Crece la importancia del autocuidado
Fecha de publicación: 24 julio 2019
¿Por qué cuidarnos? ¿Qué implica hacerlo? ¿En qué situación, edad o momento de la vida debemos empezar a atender nuestra salud? En este artículo damos algunas respuestas a estas y otras preguntas alrededor del autocuidado, definido por la Organización Mundial de la Salud como todo aquello que hacemos por nosotros mismos para establecer y mantener la salud y el bienestar.
Hace más de tres décadas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) empezó a hablar sobre el autocuidado, el cual, según esta institución, se constituye en “el recurso sanitario fundamental del sistema de atención de salud”. Hoy se celebra el Día Internacional del Autocuidado, conmemoración que busca hacer un llamado a la comunidad mundial para que conozca y se concientice de las múltiples razones por las que cuidarnos a nosotros mismos en diversas áreas y etapas de la vida es necesario para lograr el crecimiento y el desarrollo tanto individual como colectivo.
Según Dorothea Orem, destacada enfermera teórica estadounidense, el autocuidado es una actividad aprendida por los individuos, orientada hacia un objetivo; es “una conducta que existe en situaciones concretas de la vida, dirigida por las personas sobre sí mismas, hacia los demás o hacia el entorno, para regular los factores que afectan a su propio desarrollo y funcionamiento en beneficio de su vida, salud o bienestar”.
En el área del autocuidado son varias las acciones que juegan un papel relevante; entre ellas se encuentran:
- La higiene (personal y general).
- La alimentación o nutrición (tipo, calidad y cantidad de alimento).
- El estilo de vida (actividades deportivas, tiempo libre, entre otros).
- Los factores ambientales (condiciones de vida, costumbres sociales, entre otros).
- Los factores socioeconómicos (nivel de ingreso, creencias culturales, entre otros).
- La automedicación.
¿Cómo cuidarse a sí mismo?
El autocuidado guarda relación con todo aquello que hacemos en pro de nuestro bienestar, lo que a su vez supone un entorno saludable para las personas que están a nuestro alrededor.
Es fundamental tener en cuenta que el bienestar integral se consigue en cuanto logramos adoptar las medidas apropiadas tanto para evitar complicaciones de salud, como para tratarlas; también, que la salud es “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Tome nota de algunas recomendaciones que pueden serle útiles para autocuidarse y alcanzar el bienestar integral:
Cuide su cuerpo: Realizar actividades físicas de forma regular o moderada es una de las mejores maneras de obtener beneficios biológicos y prevenir el desarrollo o la aparición de enfermedades. El ejercicio físico no solo regula la presión arterial y ayuda a mantener el peso corporal, sino que también reduce la sensación de fatiga, contribuye al metabolismo de la glucosa e incrementa la flexibilidad de las articulaciones; entre muchos otros beneficios más.
Cuide su mente: Las emociones y los pensamientos suelen tener una marcada influencia en el estado físico de una persona. Así que para vivir saludablemente hay que ejercitar la mente, no solo el cuerpo. Estas recomendaciones pueden ayudarle a cuidar su mente: duerma al menos de 6 a 8 horas, es el tiempo necesario para ‘recargar baterías’; ponga su mente ‘en blanco’ y regálele un espacio a la meditación; cuide sus relaciones interpersonales y trate de compartir más tiempo con personas que le transmitan la mejor de las energías.